INTRODUCCIÓN:
En nuestro día a día nos enfrentamos a una gran diversidad de situaciones que provocan en nosotros diferentes formas de sentir y actuar, esto se debe a que en dichos momentos entran en juego las emociones, respuestas que nuestro cerebro genera, en ocasiones no de manera consciente, y nos guían a la hora de sentir y comportarnos.
El mundo de las emociones ha ido ganando terreno en los estudios psicológicos y neurológicos de las últimas décadas. La emoción es parte de nuestra mente, es conocimiento para la adaptación, para la resolución de problemas y la toma de decisiones. Vivir contando con nuestras emociones supone dar respuesta apropiada a los cambios de la vida diaria y disfrutar de la misma.
En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente se torna como un torbellino interno que nos impulsa, nos conecta y a veces nos desborda. ¿Cómo aprendemos a navegar este laberinto emocional? La regulación y gestión emocional son habilidades esenciales para una vida plena y equilibrada. Aquí exploraremos qué significan estos conceptos y te brindaremos herramientas prácticas para gestionarla.
¿QUE SON LAS EMOCIONES Y COMO SE CLASIFICAN?
Las emociones son respuestas psicológicas y fisiológicas que experimentamos en reacción a situaciones, pensamientos o recuerdos. Pueden influir en nuestro comportamiento, decisiones y en la forma en que nos relacionamos con los demás. Cada emoción tiene su propia función y todas son válidas, no son ni buenas ni malas, y por lo tanto es imperante identificarlas para poder expresarlas de manera efectiva, lo que nos dará salud física, mental y social. A medida que identifiquemos y comprendamos las funciones de nuestras emociones, será más sencillo interpretarnos y conducirnos de tal manera que logremos responder de la forma más apropiada a cualquier situación.
Aquí hay algunas de las emociones más comunes:
1. Felicidad: Una emoción positiva que surge cuando experimentamos placer, satisfacción o alegría.
2. Tristeza: Una respuesta emocional a la pérdida, el desengaño, o situaciones difíciles. Es natural y puede ser parte del proceso de sanación.
3. Miedo: Una respuesta a una amenaza percibida. Puede ser útil para protegernos, pero también puede ser paralizante en exceso.
4. Enojo: Surge cuando sentimos que algo nos ha hecho daño o que se han violado nuestros límites. Es importante aprender a expresarlo de manera constructiva.
5. Sorpresa: Inicialmente neutral, puede ser positiva o negativa. Se presenta al enfrentarnos a algo inesperado.
6. Ansiedad: Una emoción que se relaciona con la preocupación o el miedo ante el futuro. Puede ser normal, pero si es constante puede necesitar atención.
¿NO TIENES CONTROL DE TUS EMOCIONES?
¿Tu estado de ánimo se interpone en el camino de lograr tus objetivos?,
¿Tienes dificultad para dominar impulsos?,
¿Constantemente tienes conflictos con algún familiar y/o con compañeros del trabajo?,
¿Sueles meterte en problemas?,
¿No logras controlar comportamientos?,
¿Tus conductas parecen surgir de repente?,
¿Te cuesta trabajo comunicar tus necesidades de manera efectiva?,
¿Vives las emociones de manera intensa y por un tiempo extremadamente largo?
Si respondiste sí a dos o más de las preguntas anteriores, no estás identificando y/o expresando y gestionando de manera correcta tus emociones.
Las emociones tienen una función adaptativa, por lo tanto son alarmas a las que debemos estar siempre atentos; organizan y motivan una acción, comunican a los otros y los influyen, asimismo, nos comunican a nosotros mismos y nos determinan. El cerebro emocional es más rudimentario pero más rápido en su respuesta (acción) que el cerebro racional (reflexión). Está diseñado para la supervivencia y la adaptación, para responder a estímulos que suponen un riesgo para nuestra existencia o para la acción ante sucesos cambiantes. Lo que explica la activación fisiológica cuando sentimos una emoción está ligado íntimamente con nuestro cuerpo (por eso, al sentir una emoción se generan sensaciones corporales y unos pensamientos asociados a ella).
¿COMO GESTIONAR ADECUADAMENTE NUESTRAS EMOCIONES?
Gestionar adecuadamente las emociones es fundamental para mantener una buena salud mental y bienestar general. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte a manejar tus emociones de manera más efectiva, especialmente si experimentas trastornos emocionales:
1. Autoconocimiento
– Identifica tus emociones: Tómate un tiempo para reflexionar sobre lo que sientes. Pregúntate: “¿Qué estoy sintiendo en este momento?”
– Reconoce los desencadenantes: Haz una lista de situaciones, personas o eventos que tienden a provocar emociones intensas en ti.
2. Expresión emocional saludable
– Habla de tus emociones: Comunicar cómo te sientes con alguien de confianza puede aliviar la carga emocional.
– Escribe un diario: La escritura puede ser una forma efectiva de procesar tus emociones y ver tus pensamientos de manera más clara.
3. Técnicas de relajación
– Ejercicio físico: La actividad física libera endorfinas, que pueden mejorar tu estado de ánimo.
– Meditación y mindfulness: Practicar la atención plena puede ayudarte a estar presente y reducir la ansiedad.
– Respiración profunda: Técnicas de respiración controlada pueden calmar la mente y el cuerpo.
4. Desafiar pensamientos negativos
– Reestructuración cognitiva: Reconoce pensamientos distorsionados y busca evidencia para desafiarlos. Pregúntate si tus pensamientos son realistas.
– Practica la gratitud: Focalízate en lo positivo en tu vida, escribiendo cosas por las que estás agradecido.
5. Establecimiento de límites
– Di “no” cuando sea necesario: Aprende a establecer límites saludables para protegerte emocionalmente.
– Evita relaciones tóxicas: Rodéate de personas que te apoyen y te respeten.
6. Buscar apoyo profesional
– Terapia: Un psicólogo o terapeuta puede proporcionarte herramientas y técnicas personalizadas para manejar tus emociones.
– Grupos de apoyo: Participar en un grupo donde puedas compartir experiencias con otros puede ser muy beneficioso.
7. Crear un plan de acción
– Tener una estrategia: Desarrolla un plan para situaciones que tienden a ser difíciles emocionalmente. Incluye cómo reaccionarás y qué pasos seguirás.
8. Practicar la autocompasión
– Sé amable contigo mismo: Reconoce que está bien sentir emociones y que no hay emociones “incorrectas”.
– Permítete sentir: Acepta tus emociones sin juzgarte. Está bien tener días difíciles.
CONCLUSION
Aprender a gestionar tus emociones en lugar de ser víctima de ellas, te llevara a reconocer tus propias emociones, adoptarás una actitud de empatía al comprender lo que tus seres queridos están sintiendo, serás más tolerante a las presiones y frustraciones del mundo tan ajetreado en el que vivimos y podrás dar una respuesta efectiva y asertiva a las demandas de este, asimismo, generarás recursos para trabajar en equipo, participando, delegando, deliberando y conviviendo desde una postura amable y de calma, te darás cuenta que estás tomando mejores decisiones y que evitas que pequeños dilemas se conviertan en problemas fuera de control.
Las emociones son esenciales para la experiencia humana y pueden ser un indicador de cómo nos sentimos en diferentes situaciones. ¿Hay alguna emoción en particular sobre la que te gustaría hablar, o que te podría estar afectando?
Recuerda que manejar las emociones es un proceso y puede requerir tiempo y práctica. Si sientes que tus emociones son abrumadoras o afectan tu vida diaria, no dudes en buscar ayuda profesional. ¡Cuida de ti mismo!